Perdimos algo,
quizá el viento de invierno
o tal vez nos lo guardamos en la piel,
tatuado casi al borde de la exageración.
Buscamos algo,
recorriendo los senderos,
hasta llegar a la laguna en tus ojos
y beber las aguas de tu paraíso.
Encontré algo,
que no creerás qué es,
pero habita aquí, adentro,
cómo el tiempo purgando sus errores.
Y se desfigura el orden,
pero todo se queda aquí,
y renacen los amaneceres,
y por ti apagaría hasta el infierno.
-Yo -